junio 20, 2009
Después de 2 meses de inactividad vuelvo a escribir algo, es medio depre pero creo que acertado.
La imagen es de mi autoria, pintado en acuarelas y modificado con photoshop.
Es más fácil ser pobre que ser rico.
Es más fácil ser malo que ser bueno.
Es más fácil odiar que amar.
Es más fácil ser rencoroso que perdonar.
Es más fácil estar mal que ser feliz. La vida nos da 2 caminos, uno fácil, el otro difícil. La humanidad ha mostrado, ante la disyuntiva, siempre elegir el camino fácil. Quienes creen en un ente superior hacen un arte de la justificación ciega de este hecho incomprensible, que lo bueno sea difícil y lo malo sea fácil. La realidad nos golpea en la cara todos los días a cada minuto y aquellos que nos atrevemos a caminar el duro camino hacia la felicidad solo encontramos piedras, obstáculos que nos persuaden a abandonar nuestra misión. La vida da recompensas, pero son tan efímeras, tan poco duraderas en el tiempo, la felicidad normalmente dura minutos, la tristeza dura años. Lo que la tristeza inspira es arte, lo que el amor inspira es cursi. Los padres crían a sus hijos proveyéndoles de un techo, comida y una educación, para que tengan un futuro económico prospero, muy pocos ven como tarea paterna el lograr que sus hijos se desarrollen como personas, crezcan individualmente, pocos se preocupan por la estabilidad mental y emocional de quienes están bajo su tutela. Es esta crianza la que nos lleva siempre a tomar el camino fácil, tardamos tanto tiempo en conocernos a nosotros mismos que para cuando lo logramos ya hemos optado por la vía rápida demasiadas veces como para poder cambiar. La costumbre nos ciega y solo nos lleva al arrepentimiento. El Arrepentimiento, así como la experiencia, es como alguien alguna vez dijo, simple pero sabiamente, "un peine que la vida te da cuando te quedaste pelado".
La imagen es de mi autoria, pintado en acuarelas y modificado con photoshop.
Es más fácil ser pobre que ser rico.
Es más fácil ser malo que ser bueno.
Es más fácil odiar que amar.
Es más fácil ser rencoroso que perdonar.
Es más fácil estar mal que ser feliz. La vida nos da 2 caminos, uno fácil, el otro difícil. La humanidad ha mostrado, ante la disyuntiva, siempre elegir el camino fácil. Quienes creen en un ente superior hacen un arte de la justificación ciega de este hecho incomprensible, que lo bueno sea difícil y lo malo sea fácil. La realidad nos golpea en la cara todos los días a cada minuto y aquellos que nos atrevemos a caminar el duro camino hacia la felicidad solo encontramos piedras, obstáculos que nos persuaden a abandonar nuestra misión. La vida da recompensas, pero son tan efímeras, tan poco duraderas en el tiempo, la felicidad normalmente dura minutos, la tristeza dura años. Lo que la tristeza inspira es arte, lo que el amor inspira es cursi. Los padres crían a sus hijos proveyéndoles de un techo, comida y una educación, para que tengan un futuro económico prospero, muy pocos ven como tarea paterna el lograr que sus hijos se desarrollen como personas, crezcan individualmente, pocos se preocupan por la estabilidad mental y emocional de quienes están bajo su tutela. Es esta crianza la que nos lleva siempre a tomar el camino fácil, tardamos tanto tiempo en conocernos a nosotros mismos que para cuando lo logramos ya hemos optado por la vía rápida demasiadas veces como para poder cambiar. La costumbre nos ciega y solo nos lleva al arrepentimiento. El Arrepentimiento, así como la experiencia, es como alguien alguna vez dijo, simple pero sabiamente, "un peine que la vida te da cuando te quedaste pelado".