Love Seasons

octubre 25, 2010


Existen dos tipos de amor, o mejor dicho, dos etapas del amor.

La primera es la etapa del amor romántico, cursi, el de las novelas y películas, el de san valentin y las mariposas en la panza. Ese amor que nace, y nuevo como es, hace que el más leve y accidental de los contactos físicos o visuales, con la persona amada, genere una revolución hormonal en todo el cuerpo. Pero este amor, o esta etapa del amor, la más apreciada y añorada por las mujeres, tiene fecha de vencimiento, como si por mandato divino necesariamente a partir del dia que nace, alguien imprimiera en negro e imprenta VALIDO POR 1 AÑO. Así es, esta etapa tan femenina del amor rara vez supera el primer año de la relacion y muchas veces termina antes de eso.

Luego tenemos la segunda etapa del amor, la etapa de la confianza, el cuidado, la preocupacion del uno por el otro, del esfuerzo, el sacrificio, la compañia, la necesidad de estar con esa persona que amamos, la etapa de la tolerancia y el entendimiento, en la que la pareja se vuelve pareja para dejar de ser "noviecitos". Acá ya todo es diferente, un simple roce de manos es nada mas que eso, un simple roce de manos, un beso es una forma de decir te amo y no un escape desenfrenado de pasion. Esta es la etapa del verdadero amor, el que dura para toda la vida, el que hace que nos sintamos incompletos cuando estamos sin él o ella, aquel que pone las cosas en la balanza y apesar de las adversidades nos hace decir SI te amo asi como sos y no puedo vivir sin vos. Este amor es el amor de los hombres, al que, aquellos que amamos, queremos llegar y el que muchas veces las mujeres no entienden, apegadas fuertemente a la primer etapa color de rosa que tanto les cuesta abandonar. Pero no hay que equivocarse, cada etapa es importante y hay que saber vivirla y disfrutarla, aunque a los hombres nos cueste mas transitar la primera y las mujeres no logren entender la segunda, porque de eso se trata el amor.

Dime con quien andas y te dire como te comportas - El fenómeno de los Shapeshifters (cambiaformas) Sociales.

marzo 04, 2010


Hoy mientras estaba en la ducha (santuario del pensamiento) pensando cosas al azar fui a dar con una conclusion, que luego de sabida me parecio casi obvia. Recopilando informacion en mi cabeza sobre varias personas que conozco caí en la cuenta de que mucha (muchisima) de la gente que tiene muchos amigos y es muy querida por ellos ha ganado esas amistades y afectos gracias a una peculiaridad en su personalidad: su tendencia a mutar dependiendo de la gente que la rodea, y no solo me refiero a un cambio de personalidad entendible, como sería ubicarse con ciertos chistes (ej. si estas rodeado de mujeres no vas a hacer chistes machistas), sino a grandes cambios en la personalidad del Shapeshifter, gustos musicales, modismos al hablar, opiniones sobre aspectos de la vida, modo de vestirse, hasta cambian el tipo de salidas que realizan, ya sea por inseguridades, por verguenza o simplemente por necesidad de encajar. Tienden a ser muy muy queridas por sus amigos, debido a que estos se sienten altamente identificados con ellos, ya que los shapeshifters sociales se amoldan a los gustos de sus amigos, por lo que resulta dificil no querer a alguien que comparte nuestras ideas y estilos. De este modo, acumulan amigos en todos los entornos en los que habitan (facultad, clubes, otras actividades academicas como idiomas, etc) y desarrollan diferentes personalidades dependiendo de sus habitats. Toda esta idea tambien me llevo a pensar en la injusticia social que se da al mantenerse fiel a uno mismo y ser siempre igual con todos, donde sea (con variaciones entendibles dependiendo de los contextos o niveles de confianza, como anteriormente ejemplifique). Una persona autentica, original y constante en su forma de ser tiende a tener menos amigos que un Shapeshifter Social, y tal vez hasta ser menos querido por sus verdaderos amigos de lo que es un Shapeshifter por los suyos. Si sirve del algun consuelo los leales a si mismo al menos saben que quienes son sus amigos los quieren por quien realmente son, sin caretas.